ESTABA EN EL QUIRÓFANO del hospital, toda preparada para la extirpación de un
tumor maligno en la mama izquierda. El cirujano llego tarde. Mientras
tanto, allí estaba yo, acostada
y esperando; contemplando el tragaluz que había en
el techo.
<<Señor>>,dije, <<si se va producir alguna curación, tu
vas a tener que hacerla en todo caso. El médico que está previsto que realice
esta operación no te conoce ni conoce tu poder sanador.
ni conoce tu poder sanador. Si quisieras curarme ahora mismo, ¡seria una
forma maravillosa de que ese cirujano viera que hay un Medico mayor que
él!>>
Sentí una perfecta paz descender sobre mi e inmediatamente supe que estaba
sanada.
Unos minutos después entró el medico.
-¿Quiere usted cloroformo o éter?
-Ninguno de los dos - contesté.
-Bueno. no puedo realizar
esta operación sin anestesia dijo él.
-La operación no es necesaria - le dije. -En su
ausencia, entro otro medico y realizo en su lugar.
-¿Que médico?
-Bueno, ¡Creo que usted no lo conoce! - Contesté- El Gran Médico.
No dije más, por que quería provocar su curiosidad.
Cuando vio que estaba convencida de que estaba curada, llamó a
varios médicos, uno de los cuales era cristiano, para que pasaran y
pudiera explicarles la situación.
-Bueno, echemos un vistazo nuevamente a sus radiografías - dijo uno.
-No hace falta que miren ustedes esas imágenes- dije con un
tono mas elevado-. Ya no sirven.
Supongo que para seguirme la corriente, me bajaron para hacerme
mas radiografías. ¡Jamas olvidare la expresión de los
rostros de aquellos médicos cuando vieron
los resultados!
El medico cristiano dijo:
-¡Tiene razón! ¡El tumor ha desaparecido!
Los otros médicos parecían un tanto incómodos, pero me
dieron de alta y me mandaron a casa.
La búsqueda
Aquella noche sonó mi teléfono. Era el cirujano.
-¿Le importaría que fuera a su casa y hablara con usted?
-Me encantaría que viniera- contesté.
-¿Puedes acompañarme mi esposa?
-Desde luego.
Mientras aguardaba su visita su visita,
me senté a leer la Biblia y escribí una lista
de versículos de las Escrituras
que quería que el medico consultara y leyera. Cuando él y su esposa llegaron, fui
directo al grado.
-Quiero oír lo que le ocurrió a usted- Dijo
-¿De verdad quiere saber por que la operación no fue
necesaria?
-Si, eso es lo que de verdad quiero saber.
-Usted tardo en llegar- dije-. Y mientras
estaba allí acostada, mirando el tragaluz del quirofano, oré
y pedí que el señor me curara. Dios contesto esa oración.
-¿Entro algún pastor para imponerle las manos?
-No. Se trato se trato únicamente de una oración.
Fue solamente una oración que podía ser
contestada, y lo fue.
El medico me miro con asombro.
-¿No teme usted que haya una recaída?- pregunto
-No, señor, se ha acabado- contesté-. Hay
muchos médicos que no se dan cuenta de que Jesús tuvo
un ministerio de sanidad, igual que uno de enseñanza y
de predicación, y creo que hoy él tiene el poder
de sanar exactamente igual que en aquellos días.
Luego Hable a ese medico y a su esposa de como el Señor Jesucristo murió por nuestros pecados, resucitó de la tumba y
vive hoy.
-Ustedes tienen la evidencia de que vive hoy - dije - en lo que ha hecho por
mi.
Varias semanas después, ese cirujano volvió a llamarme. Dijo:
-He leído todos los versículos de la biblia que me dio, y
me gustaría que usted preparara otra lista con
otros versículos sobre como ser salvo.
-Lo haré con mucho gusto- conteste -. Tendré la lista
preparada cuando usted venga.
Cuando vino a visitarme la segunda vez, le di la lista y le dije:
- El primer versículo de esta lista es: <<Cree en
el Señor Jesucristo y seras salvo>>. Si usted y su esposa creen
en Jesús, serán salvos. Serán cristianos.
-Bueno, desde luego consultaremos esos versículos y lo pensaremos seriamente
- dije él -. Ya sacamos mucho provecho de esa primera lista que preparó y le
agradecemos que se tome esta molestia.
-No es molestia alguna - le asegure-. Dígame. ¿Asiste ustedes
a alguna iglesia?
-No.
-Me gustaría que espesaran a asistir- le sugerí-,
porque es preciso que ustedes sean cristianos y aprendan mas de la palabra de Dios. La vida de cada persona a la que opera esta en sus manos. Como
Cristiano, usted se daría cuenta de su dependencia de Dios y buscaría su dirección antes de
cada operación.
-Bueno, lo pensaremos - contesto él -. Quizá empezaremos
a asistir.
Después de que se fueron, oré para que el señor los dirigiera a una buena
iglesia cristiana cercana a su casa que predicara la Biblia.
La cosecha del Milagro
Varias semanas mas tarde, la esposa del cirujano me llamo.
-Hemos decidido aceptar a cristo como nuestro salvador -dijo-.
Ahora creemos muchas cosas que no creíamos antes y queremos
hacer la voluntad de Dios. También vamos a empezar a
asistir a la iglesia.
Después de que Dios hiciera el milagro por mi, este cirujano lo vio obrar en la vida de otros
pacientes en respuesta a sus oraciones. Estos
acontecimientos contribuyeron a converserlo. y desde que este
cirujano se hizo cristiano ha orado por todos los pacientes que ha
operado.
Igual que Jesús dio vista a un ciego para
que las obras de Dios pudieran manifestarse en él, me
sanó a mi. Y eso ocurrió hace muchos años. Él es el mismo ayer,
hoy y por los siglos (Hebreos 13:8).
Muriel larson
Testimonios así muestran cuan grande es nuestro creador...
"Deja que tu fe sea mas grande que tu miedo"
una manera de saber quien es el medico de medicos.. gran historia
ResponderEliminarQue Nuestro Dios te de sabiduria y que te aco
ResponderEliminarmpania en Lo que hagas