Hubo una ocasión en la que tenía toda mi ropa sucia y por lógica debía lavarla, pues, ya no tenía qué ponerme. Como en mi
casa no había lavadora, iba a ser muy tedioso lavar toda la ropa
sucia, así que le pregunté a una amiga si podría ir a su casa a utilizar la
lavadora y así terminar más rápido. Ella puso su lavadora a la orden y
rápidamente organicé toda la ropa sucia que tenía. No podía
desaprovechar esa oportunidad, por lo que también tomé todas mis
corbatas y me las llevé para meterlas en la lavadora.
Lavé toda la ropa y de último metí las corbatas, al sacarlas me dí
cuenta de dos cosas...
1. Las corbatas se lavan a mano.
Al parecer, la manera poco delicada con la que lava este mecanismo hizo
que algunas corbatas se dañaran; otras tantas se rompieron, unas se
descosieron, y a otras se les movió y salió el relleno.
2. Así puede pasar con nosotros los Cristianos.
Quizá en este momento te estés preguntando; ¿Qué? ¿De qué hablas? Sé que nadie sería tan imprudente de meterse dentro de una lavadora.
Por supuesto que eso es ilógico, y no es a lo que me refiero; es
específicamente, que a menudo el Cristiano pasa por pruebas o dificultades en
donde unos terminan totalmente destrozados, como les pasó a mis
corbatas. Pero otros resisten las pruebas y permanecen pulcros y
elegantes como debe estar una corbata. Es verdad que quizás las
corbatas se lavan a mano; pero es necesario entrar en la lavadora para lavar nuestro espíritu y tener la certeza de nuestra esencia, de lo que estamos
hechos.
Del proceso de la lavadora se pudiera comprobar las corbatas que son de
buena calidad y aptas para ser usadas. Así mismo que las pruebas, en el proceso
nos refinan, nos pulen, y sacan lo mejor de nosotros.
"Por lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de
tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para
que, sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro (el cual,
aunque perecedero, se prueba con fuego), sea hallada en alabanza, gloria y
honra cuando sea manifestado Jesucristo." (1Pedro 1: 6-7)
By: José Felix M. (Jeremiah)
#Hay un amigo en ti
#Devocionales Cristianos 2020
# Una Fe mucho más preciosa que el oro
#Un Mensaje para Ti
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