Obra indispensable para la
correcta solución de los muchos y complejos problemas inherentes a la educación
de los hijos en sus tiernos años.
El objetivo de cada padre Cristiano en la vida
debería ser no educar o criar a un “buen niño” o tener estudiantes que sean
académicamente muy buenos, grandes atletas, y etcétera. El objetivo es de
equipar nuestros hijos, a estos jóvenes santos “para el trabajo del ministerio”
(Efesios 4:12, Marcos 10:45).
Nuestro objetivo como padres Cristianos es
entrenarlos para que permanezcan en el camino útil para el Señor. Si, al final,
ellos no son útiles para Cristo y no están llevando una vida espiritual
sabiamente, ambos, nosotros y ellos habremos fallado.
En la niñez la mente fácilmente
se impresiona y se modela, y entonces es cuando los muchachos y las niñas debieran
ser enseñados a amar y honrar a Dios (Manuscrito 115, 1903).
Dios quiere que todo niño de
tierna edad sea su hijo, adoptado en su familia. Por muy jóvenes que sean, pueden
ser miembros de la familia de la fe, y tener una experiencia muy preciosa.
Pueden tener corazones tiernos, y dispuestos a recibir impresiones duraderas. Pueden
sentir sus corazones atraídos en confianza y amor hacia Jesús, y vivir para el
Salvador. Cristo hará de ellos pequeños misioneros. Toda la corriente de sus pensamientos
puede cambiarse, de manera que el pecado aparezca, no como cosa que se pueda
disfrutar, sino a la cual hay que rehuir y odiar (Consejos para los Maestros, pág.
130).
Aquí os dejo una presentación con pensamientos para educar a sus niños para nuestro Dios.
Fuente de la información: http://www.sitiodeesperanza.com/2008/12/pensamientos-tiles-para-educar-los-nios.html
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